Historia de la Lotería nacional dominicana
La historia de la lotería nacional dominicana, remonta en los años 1882; siglo XIX (19), en donde fue creada como una alternativa para cubrir fondos económicos que requerían algunas instituciones para las personas más necesitadas en el país.
El sacerdote Francisco Xavier Billini, fue el creador de esta idea; el cual al ver la gran cantidad de personas en condiciones humildes y deplorables que crecía en el país, no pudo evitar encontrarle una solución. Los enfermos no poseían muchos recursos disponibles para ir a un hospital o a un centro de salud, existía una amplia diversidad de niños huérfanos por las calles y los ancianos, no poseían la atención adecuada por sus familiares, terminando indispensablemente también en las calles.
Como no existía el suficiente dinero para pagar a las instituciones que se harían cargo de ellos, el sacerdote creó el juego de lotería como método para generar dinero, acumulando una gran cantidad de este recurso.
Esta lotería se le llamó como “La lotería del Padre Billini” en su fundación y su funcionamiento era de varios billetes con solo cuatro números. Conforme esta idea fue evolucionando y creciendo, fue añadiéndose más cantidad de números, conociéndose hoy como los números de lotería.
La gente empezó a ver una buena oportunidad de ganar dinero fácil, únicamente tenían que gastar una cantidad absurda en un ticket de lotería (los cuales comenzaron a popularizarse conforme fue avanzando esta idea) y esperar a los resultados de la lotería que casi siempre, el premio era una muy buena cantidad de dinero acumulado.
Tras 8 años de haber sido creada, el sacerdote Francisco Billini muere; pero su idea no, la lotería del padre Billini fue dirigida y mantenida por la sociedad de caridad en los años posteriores, pero que fue duramente amenazada por organizaciones ajenas a esta, acusándola de ser una fuente ilegal de dinero.
Tras otros años batallando en términos legales, su legalidad fue firmada por el presidente actual de ese tiempo, denominándola, así como “La lotería de Santo Domingo”. Posterior a esto, la lotería de Santo Domingo fue creciendo y pasando de un dueño a otro, pero manteniendo la esencia principal: Ayudar a los más necesitados, haciendo actos de caridad.
Cuando el dinero acumulado no se repartía, todo ese dinero iba para los que más lo necesitaban, y fue aquí donde por ley, el que estuviera a cargo de la lotería no fuese un ente extranjero, ya que podría deliberadamente a dónde pararía todo ese dinero.
En 1927 la lotería pasó a ser dirigida únicamente por el gobierno y fue escrita por ley que se consideraba como una renta pública para la nación; dado a las enormes entradas de dinero que les estaba dando a las instituciones caritativas dominicanas, y gracias a esto, finalmente el nombre pasó de ser “La lotería de Santo Domingo” a “La lotería Nacional dominicana”, puesto que representaba una fuente de ayuda para los dominicanos más necesitados.